Claret Serrahima, Oscar Guayabero (Avui, 20 octubre 2009)
Más que un club, eso sí que lo es. El Fútbol Club Barcelona es una entidad que supera el ámbito deportivo y es uno de los pilares de la sociedad catalana, con todo el respeto para los otros clubes. Su Museo, una mezcla de documentos históricos, trofeos, curiosidades y obras de arte, es el segundo más visitado de Cataluña, sólo por debajo del Museo Dalí. El Camp Nou es visita obligada para muchos turistas. Los socios del club se encuentran, cada vez más, que parte del público en los partidos de Liga es extranjero.
Las noticias que genera el club, y más estos días, traspasan las páginas de deportes para entrar directamente en las de actualidad. Sea por informes secretos, por declaraciones de su presidente o por las obras del Miniestadi, el FC Barcelona lo tenemos, día sí y día también, en los periódicos.
Joan Laporta, ahora en un maremágnum que ya veremos como acaba y con una posible entrada en la política, apela a menudo a la cultura catalana y al sentimiento nacional como referencia para el club.
Además, su obra social, con una Fundación y sus contactos con Unicef, etcétera, han proyectado internacionalmente el Barça como representación de Cataluña.
Por todo ello, parece ser que, efectivamente, el Barça y su entorno forman parte de lo que se llama cultura. Pero, entonces, hay que valorar el club bajo parámetros culturales? Es decir, el FC Barcelona puede jugar a ser parte de la cultura del país y, en cambio, tomar decisiones de poca calidad cultural. Por ejemplo, debería tener un comisario o un museólogo que diera un giro a su Museo. Si tanta gente lo visita y en muchos casos es el único museo de Cataluña que verán, sería bueno que se llevaran una impresión contemporánea del país, no? O es que le debemos exigir menos que a los museos Dalí, Picasso, Macba o MNAC? Si a estas entidades les pedimos rigor, transparencia, innovación y riesgo de vanguardia, porque no en el Barça? Si el compromiso del Barça con la cultura catalana es real, tal vez deberían crear una colección de arte contemporáneo como hacen las entidades bancarias. Los beneficios millonarios, los sueldos desorbitados y los traspasos astronómicos deben dejar algunos recortes que bien se podrían utilizar para mejorar nuestra cultura. O quizás sólo son palabras, lo que es más que un club?
En su web podemos encontrar: "El deporte forma parte de la cultura. Por ello, una entidad como el FC Barcelona y su Fundación no pueden de ninguna manera desentenderse del progreso cultural. La Fundación participa e impulsa programas orientados a fomentar la cultura desde el punto de vista más amplio, porque es un elemento fundamental de la calidad de vida y la cohesión social, de la felicidad de las personas y de la calidad de la convivencia ".
Una de las características del Barça es su cantera. Es interesante en tiempos de globalización que el equipo sea en buena parte salido de La Masía. Ahora bien, en el momento de hacer la ampliación del estadio, se hace un concurso de starchitects, o arquitectos estrella, y le dan a Norman Foster el proyecto. Ya veremos si con la crisis mundial y la interna se hace el proyecto, pero, sin embargo, por qué no apostaron por la cantera? Había para elegir propuestas de mucha calidad de arquitectos locales. Ahora que se plantea el cambio de la ciudad deportiva, tal vez valdría la pena pensar en ello.
Por tanto, nos atrevemos a pedir al próximo presidente Rosell ... queremos decir al próximo presidente, sea quien sea, que haga una apuesta clara para situar al FC Barcelona en la órbita de la cultura. Y eso quiere decir varias cosas: apostar por el arte de vanguardia en su colección, por la arquitectura de calidad (sin necesidad de ser mediática) por sus instalaciones y el buen diseño para su comunicación (su web es muy coja, en este sentido).
Pero también pedimos que asuman un código de buenas prácticas que la mayoría de entidades culturales cumplen. Por ejemplo, quisiéramos saber qué hay detrás del acuerdo para que el Barça lleve la marca Unicef en su camiseta. O es que a alguien le pasa por alto que cada vez que Messi sale a cualquier noticiario de todo el mundo el logotipo de Nike y el de Unicef aparecen juntos? Ha pedido el FC Barcelona un compromiso de responsabilidad social corporativa a la marca deportiva para reunirse con una entidad como Unicef? O quizá es que no es tan altruista el hecho de llevar la ONG a la camiseta y quien paga la broma es la misma Nike, que sin cambiar nada de su, como mínimo, dudosa política empresarial, se ve avalada por Unicef? Todo ello, si habláramos de un museo, a nadie le extrañaría que lo preguntáramos. Mejor que llevar el anuncio de Unicef, sería mejor llevar un anuncio publicitario e invertir ese dinero en promocionar aspectos culturales emergentes: sociales, científicos, artísticos, etcétera, de nuestra casa. Así se podría auditar y conocer los resultados de la inversión.
Señor presidente, apueste por la cultura, si no quiere que ser más que un club se convierta en ser simplemente una empresa. De momento, ya tiene un entrenador que lee, que se expresa con propiedad y que entiende a Martí i Pol, ya estamos más cerca.
http://www.guayabero.net/publicaciones/articulos/cultura-y-medios/articulo/el-barca-es-cultura.html