Cultura y medios

Carta al próximo Conseller/a

Claret Serrahima, Oscar Guayabero (Avui, 7 de diciembre de 2010)

La conselleria de Cultura debería ser, junto con la de Educación, la más importante de todas

Honorable conseller/a, si nos lo permite, dejaremos el doble género para ahorrar tinta y entraremos en materia. Os queremos dirigir esta carta abierta antes de que acepteéis el cargo, no ppara que lo rechacéis pero sí para que seáis conscientes de la responsabilidad que estáis adquiriendo.

Su conselleria será, muy probablemente, una de las más castigadas por la crisis. Y no es que la cultura haya sido la culpable de la crisis, al contrario, fueron algunos pensadores, intelectuales, artistas y creadores de todo tipo los primeros en alertar de que el sistema no nos llevaba a ningún buen camino. Dicen que ahora hay que hablar de economía, ¿pero no es justamente eso lo que nos ha llevado hasta aquí? ¿De qué se ha hablado en los últimos años sino de economía, de mercado, de valores al alza, de la bolsa? Quizás si hubiéramos hablado de poesía, de filosofía, de arte, de belleza, de pensamiento, ahora estaríamos mejor. Sin embargo, es hora de recortes y los economistas dirán que se debe recortar el presupuesto en cultura. Ellos todavía creen que el mundo se mueve por los bancos, las bolsas y las grandes empresas. Nosotros ya sabemos que vivimos en la era de la información y del conocimiento. Hay que darles tiempo, son lentos de reflejos. Mirad si son lentos que algunos todavía creen que los recursos naturales son ilimitados, porque si no no hablarían constantemente de un crecimiento continuado. Quizá por eso se habla de diluir Medio Ambiente con Agricultura. Todo lo que no sea rentable, explotable, empaquetable y listo para venderse no vale nada.

Todo ello responde a una lógica concreta: la cultura es un problema y, en concreto, los creadores son un problema. Actúan, escriben, filman, pintan y la gente mira lo que hacen, y si están cabreados se nota. Por tanto, hay subvencionarlos para tenerlos tranquilos. Con esta lógica hay subvencionar más a aquellos que tengan más capacidad de obtener la atención del público. A más capacidad de crear opinión pública, más ayudas. Los gremios lo saben y algunos actúan como lobbies. Vigilad que no os atrapen en esta dinámica de clientelismo porque acabaréis hablando de cuotas por sectores, de equilibrios territoriales o disciplinarios, y no de cultura.

En realidad, nosotros, usted y muchos más sabemos que la cultura es una solución. Solución para hoy pero, sobre todo, para mañana. Todo el dinero invertido en cultura-y aquí entra la educación, la televisión pública, los centros culturales y la investigación- es tremendamente rentable. Una sociedad más culta es una sociedad más preparada para los retos del siglo XXI, incluso para hacerse un lugar en el único dogma actual: los mercados. Pero, ay!, una sociedad más culta también es más exigente con sus gobernantes. Por eso hay que despistar y hablar mucho y mucho de la cultura del ocio. Hay meterla en el estado del bienestar como sea y acabar haciendo creer que abrir las tiendas del Paseo de Gràcia por la noche es un acto cultural.

Por otra parte, en nuestro país la cultura ha sido un territorio acotado a la lengua. Es cierto que una lengua es una manera de ver el mundo, y la nuestra necesita estímulos para seguir construyendo país. Sin embargo, usted sabe que por sí misma una lengua no hace un país y que, al mismo tiempo, se ha utilizado como herramienta de partido y no de transmisión y creación de cultura. Si caé en esa trampa, no sacaremos la cabeza del agujero donde nos quieren poner Ciudadans y PP.

También quisiéramos pedirle que se resista ante la tentación de vaciar de contenido el Conca (Consejo Nacional de la Cultura y de las Artes). Sabemos que hay voces que piden su supresión, que hay gente que dice que genera un gasto excesivo. También sabemos que CiU ha expresado que quiere un consejo consultor, sin atribuciones ejecutivas. Incluso, hay gente que dice que todas las subvenciones deberían pasar por el ICIC (Instituto de Industrias Culturales) pensando que toda la cultura se puede cuantificar económicamente. Nosotros os pedimos que los dejéis trabajar un par de años más, tal como lo hacen ahora, y después se haga una valoración conjunta, seria, analizando avances y resultados y, si es necesario, se reforme. Es un órgano de nueva creación, sin tradición en un país latino. Su proceso de gestación fue difícil y laborioso. Un montón de entidades trabajaron durante años para impulsarlo. Y merecen un voto de confianza.

Finalmente, no queremos pediros nada, sino desearos toda la suerte y el acierto posibles. La cultura es un sector importante, tanto económica como estratégicamente. La aportación de las actividades culturales al (PIB) ronda el 3%. Si se añaden otras actividades vinculadas a la cultura (diseño, publicidad y otros conexos) se elevaría al 4%. Pero no es por eso que es tan importante, la cultura nos hace evolucionar, nos hace libres, en definitiva nos hace humanos. Por eso creemos que la suya es la conselleria más importante de todas, junto con la de Educación. Mucha suerte, honorable conseller/a.

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