Hble. Sr. Mascarell, le dirijo esta carta sin saber aún, si será el próximo Consejero de Cultura, mi carta es de hecho una petición, por favor, pague sus deudas.
Hble. Sr. Mascarell, le dirijo esta carta sin saber aún, si será el próximo Consejero de Cultura. Sinceramente, espero que sea así, para que pueda completar su proyecto de gobierno, que imagino que tenía pensado, al menos a cuatro años vista. La cultura es uno de tantos aspectos al que los colapsos, cambios, y sacudidas políticas no le hacen ningún bien. Quizá por eso algunos, muchos, inocentes creímos en el CoNCA como herramienta de continuidad e independencia de los conflictos que surgen de la aritmética parlamentaria.
Sin embargo, no es por eso que le escribo, mi carta es de hecho una petición, por favor, pague sus deudas. Fruto de la coyuntura económica y fiscal, su gobierno está reteniendo un buen número de subvenciones aprobadas a creadores, entidades, empresas y autónomos. Ayudas prometidas para actividades ya realizadas. En otros casos, como en el mío, son facturas por encargos directos. Los trabajos están hechos y aprobados, y las facturas contabilizadas con su IVA e IRPF pagado y bien pagado. Sus secretarios generales y usted mismo, han inaugurado estas actividades, hablando de la importancia de la cultura en momentos de incertidumbre. El propio President Mas ha dicho, en más de una ocasión, que lo que hacía diferente a nuestro país de otros, era justamente la riqueza del tejido cultural.
Pues bien, estas Navidades muchas mujeres y hombres de la cultura lo pasaremos mal, algunos muy mal. Lo pasaremos mal porque además de no tener recursos ni para pagar la luz del local o del estudio, o de la casa, nos dicen que hay otras prioridades. Nos dicen que hemos hecho cultura por encima de nuestras posibilidades y que eso de recibir subvenciones es de burgueses. Nos dicen que ya era hora, que hay cosas más importantes que la cultura y nosotros seguimos sin poder pagar la luz, ni el gas, ni los autónomos. Porque aunque somos, según dicen, unos bohemios desarrapados tenemos una previsión anual de lo que tenemos que ganar para poder seguir tirando. Llevamos un montón de años que vamos tirando, siempre en precario, siempre poniendo mucho más de lo que nos piden, siempre dando liebre por gato, sin un buen estatuto del artista, sin una ley de mecenazgo, sin una apuesta del gobierno por aquella sociedad del conocimiento que ahora parece tan lejana. Y ahora, una vez agotadas todas las reservas que teníamos, las nuestras, las de los amigos, las de los padres, si quedan, ahora, estamos al límite.
Estas Navidades serán, para muchos, unas fechas difíciles, porque que los funcionarios que nos atienden ya nos han dicho: que no contemos con nuestro dinero hasta el año que viene y no saben cuándo. Así que no podemos esperar que los reyes de oriente nos traigan nada más que carbón, porque al parecer nos lo merecemos. Somos poco menos que una rémora que se come el dinero público, aunque el presupuesto de cultura no supera el 1% de los presupuestos de la Generalitat y que ahora se han visto reducido en más de un 20%. En esta carta ya no pido llegar al 2% que usted prometió, sólo pido que se paguen las deudas adquiridas.
Es que todo el mundo está igual, nos dicen. Bueno, quizá sí, pero la fragilidad de muchas iniciativas culturales las está avocado a la simple desaparición. Y en todo caso, si esto era así, ¿porque han aprobado los proyectos?, ¿porque han inaugurado las exposiciones y los espectáculos? Y ¿porque sólo tras las cámaras, los discursos y los apretones de manos, nos han dicho que no nos podían pagar?
Señor Mascarell, si no es usted el próximo Consejero de Cultura, haría bien en irse con los deberes hechos, con las cuentas claras y las facturas pagadas, que luego todo son reproches que no se acaban nunca. Y si es usted Consejero de Cultura una nueva legislatura, haría bien en pagar las deudas antes de jurar el cargo, que empezar con deudas del pasado es siempre farragoso.
En todo caso, que sepa que en muchos hogares, locales de ensayo, estudios, centros, teatros y pequeñas instituciones usted estará presente en los días de Navidad. Muchos de nosotros nos acordaremos de por que este año no habrá regalos para los hijos, padres, hermanos y sobrinos; de por que es mejor ir a la cama temprano y así ahorrar el gas de la caldera. De por que si vamos a casa de tía y nos invita a comer todo eso que tenemos. De por que este año no iremos al pueblo de los abuelos porque no tenemos ni para la gasolina. De por que ya no pensamos en proyectos de futuro, si no si nos cogerán el bar de la esquina para poner cafés o en si podremos hacer unas horas como transportistas en IKEA. Quizás piensa que soy demasiado literario, pero le juro que soy literal.
Que tenga unas felices fiestas y mucha suerte en su nuevo cargo, sea cual sea.
Atentamente,
Oscar Guayabero
http://www.guayabero.net/publicaciones/articulos/cultura-y-medios/articulo/carta-abierta-al-conseller-en-funciones-ferran-mascarell.html