Arquitectura y urbanismo

Pasillo del segundo origen

Tàrrega es conocida por su feria de teatro. Hoy, sin embargo, estoy visitando la escuela Manuel de Pedrolo. A raíz de unas filtraciones de agua tuvieron que hacer unas reformas estructurales y vieron que el centro no cumplía con el ratio de metros cuadrados por alumno. Nug Arquitectos, que estaban haciendo la reforma, propusieron hacer un gimnasio ya la vez espacio polivalente, para que fuera un teatro.

 

Amadeu Santacana y Umberto Viotti, los dos miembros de Nug Arquitectos, me explican como se encontraron en medio proyecto ambla sorpresa que podrían edificar un módulo nuevo. También nos acompaña Joan Planas, director de la escuela. A pesar de Gisa era la promotora y quien financiaba el proyecto. Los de Nug tienen claro quién es el cliente: "En este caso, aunque se debe cumplir con los requerimientos y reglamentaciones de Gisa, nuestro cliente eran los profesores y los alumnos, que disfrutan de los resultados o los sufren".

Empezamos con el edificio principal, en que se ha hecho una reforma. Se decidió no utilizar barracones para los alumnos, así que toda la obra se ha hecho durante los dos últimos veranos, por fases. En una se adecuaron todas las instalaciones técnicas, ascensores, salidas de emergencia, etcétera. En la otra se ha rehecho un pasillo larguísimo y angosto. "Para nosotros esta reforma del pasillo ha sido fantástica. Los alumnos volvieron en septiembre y quedaron deslumbrados, ahora es una zona muy agradable ", comenta el director. En este caso, lo que ha hecho es abrir unos patios, dejar la estructura del edificio vista y cambiar el pavimento. Lejos de grandes obras, este es un proyecto de pequeños gestos, cosas tan sencillas como poner dobles cristales. "La idea era tocar el mínimo pero adecuarse a normativas y necesidades", dice Amadeu.

Cuando entramos en el nuevo módulo visitamos los vestuarios. Hay una sorpresa, una pared de vidrio translúcido. "Hubo mucha discusión porque siempre hay el miedo a la transparencia, pero creemos que el resultado vale la pena: ambla luz que entra, el espacio, que es muy pequeño, respira", dice Santacana. "Además hemos reducido mucho el uso de la iluminación • Iluminación artificial, y de noche hace de linterna al patio", aporta Joan Planes. El miedo es mala consejera, de hecho, viendo el trabajo de Nug, principalmente montajes expositivos, se ve que hay una constante para no caer en soluciones por defecto.

En el gimnasio hay unos alumnos jugando a una variante indoor del hockey sobre hierba, Umberto nos muestra cómo la vez puede ser un teatro, con posibilidad de espectáculos en el interior o que el público esté al patio. Todo ello a partir de una cortina, telón que hace de piel y fondo unas puertas correderas que toman la amplitud del escenario. "Fue un proyecto de tener muy clara la estrategia y no preocuparse en detalles o acabados complicados. Estamos hablando de una obra de 700 euros el metro cuadrado, no podíamos hacer el pijo ". Y aquí entran cosas que no se ven, como un nuevo sistema de evacuación de aguas y toda la instalación eléctrica e informática. "Hicimos una separación de aguas grises por si en el futuro se pueden reaprovechar".

Es la primera obra grande de Nug y, mientras me lo explican, veo el entusiasmo con que han tomado el proyecto que les ha llevado a -contrariamente a dicho dar gato por liebre, dar liebre por gato-, incluso comprar ellos una canasta de baloncesto porque una de las fachadas tuviera sentido como espacio de juego. Hay, sin embargo, detalles constructivos como un plan de doble cobertura, a la manera de Gaudí, que genera una claraboya y que evidencia una amplia cultura arquitectónica.

Terminamos la visita viendo la escalera de incendios que esquiva los pinos del patio y la valla de la escuela hecha con deployé para ganar transparencia. Nos despedimos del director, que me confiesa: "Con más dinero quizás tendríamos una escuela más bonita, pero no más práctica”. Es como un segundo origen, que diría en Pedrolo, decimos en broma. Después hablo con Viotti y Santacana los proyectos del estudio. Ahora están con una reforma de unos talleres de artistas en el conjunto industrial de La Escocesa, de la cual ganaron el concurso. Amadeo me lo explica: "Básicamente, lo que hacemos son unos agujeros, un núcleo de escaleras que comunica las plantas y que al mismo tiempo ver una parte de la historia del edificio. Es hacer posible el acceso, en el espacio y la memoria”. Por lo que oigo, recuerdo GordonMatta-Clark y me dicen que era una imagen de referencia durante el proyecto. Sin embargo, su aportación sólo es para las dos naves de uso público y el ámbito de las artes plásticas, el resto es privado.
Otra actividad clásica de los estudios, presentarse a concursos, el último para un museo con Federico Soriano, Actar Arquitectura y Manuel Bailo y Rosa Llull. Me pregunto cómo se puede trabajar con tanta gente. La Umberto me contesta: "Evitamos el consenso, básicamente vamos sumándonos a ideas de los demás para aportar cosas, pero no negociamos, porque sino el resultado es pobre, sin carácter".

Fotos de: Andres Flajszer

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