El dibujo es tan antiguo como el hombre. Antes de la escritura apareció el trazo, un primer intento de convertir lo que se tiene en la cabeza en una forma. Ya sea sobre la arena de la playa o sobre la pared de la cueva, el dibujo es la primera interfaz visual entre los humanos, el primer canal de comunicación interpersonal no verbal. Aparte de una finalidad estética con una larguísima tradición dentro de las bellas artes y de una exhibición técnica que tiene mérito por sí misma con una sabiduría que solo se adquiere con la práctica y los años de dedicación, el dibujo puede ser un medio. Desde el arte hasta la ciencia y la investigación tecnológica se ha utilizado el dibujo para generar y transmitir conocimiento. Dibujar es proyectar, dicen. Es decir, dibujar es una forma de pensar, de crear, de plasmar una idea, como también se dice. El dibujo es un nexo entre la mente y la mano, entre la idea y la materia, entre la creatividad y la realidad. La exposición TRAZO investiga las capacidades del dibujo como herramienta de conocimiento, como medio de comunicación, como soporte para proyectar, como manera de hacer realidad ideas e incluso sueños. No se trata de una exposición de obras de arte, aunque sí que hay dibujos magníficos. Es una puesta en escena de una idea, colocando el foco de atención en la potencialidad del dibujo como mecanismo de creación de conocimiento. Los dibujos se muestran a través de cuatro ámbitos: 1. Para entender, cuando el dibujo genera conocimiento. Dibujos de Roald Hoffmann (Nobel de química), Ramón y Cajal de Carles Puche, ilustrador científico, de Domènech i Montaner y de Ferran Adrià. Colaboran instituciones como el Cosmocaixa, el Museo Blau, el Colegio de Arquitectos de Cataluña, el Museo Episcopal de Vic, el Museo de Historia de la Medicina de Cataluña y El Bulli Restaurant. 2. Para probar, cuando el dibujo es parte de una investigación. Dibujos de autores como Matamala, Marc Mascort, Oscar Niemeyer, David Ymbernon, Domenec. Colaboran instituciones como la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Barcelona, la Generalitat de Catalunya y el Archivo Histórico de la Ciudad de Barcelona. 3. Para recordar, cuando el dibujo es memoria. Dibujos de Miguel Gallardo, Fernando Bellver y Miquel Vilà. Colaboran instituciones como los Mossos d’Esquadra y el periódico Ara. 4. Para explicar, cuando el dibujo es una herramienta de comunicación. Dibujos de Jaime Serra, Joan Scaramuix, Emiliana Design y Enric H. March. Colaboren instituciones como el Institut del Teatre, el Museo Arqueológico de Cataluña y el Museo del Diseño de Barcelona o el Premio Il·lustraciència.
|